

Quizás el ejemplo más claro de todo ello lo encontramos en la figura del Sagrado Corazón de Jesús que vigila desde lo más alto del monte Urgull la bahía donostiarra. Una construcción que se corresponde en el tiempo con el régimen de Franco y con una ideología próxima al mismo pero que, para el historiador donostiarra Javier Sada, no debe considerarse específicamente un vestigio franquista. "Es cierto que se edificó durante el régimen -en 1950-, en un ambiente en el que imperaba el nacional-catolicismo, pero no por eso tiene que catalogarse como vestigio del franquismo. Si fuese así, podría decirse lo mismo de muchas otras cosas, de muchas edificaciones que corresponden a la misma etapa. El hecho de que pertenezcan a ese periodo concreto no los convierte, en mi opinión, en monumentos franquistas", argumenta. Recuerda, además, que este proyecto no surgió durante la dictadura, sino que existía desde varios años antes. No obstante, sí reconoce que contó con los "parabienes oficiales" y que, quizás, en otra época no hubiese tenido tantas facilidades para su aprobación. Aún así, insiste en desligarlo del calificativo de vestigio franquista.
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